No podía parar de pensar en aquel día. No sabía que me habías hechizado de esa forma, estaba envenenada. Nunca había pensado que llegaríamos a este punto.
Este jodido punto.
Tú estás allí, lejos. Yo yo, aquí. No hemos vuelto a hablar, ni siquiera nos hemos vuelto a mirar.
Es como si nos diese vergüenza,
como si fuésemos extraños.
Y aunque en realidad ahora es así, quiero pensar que había algo. Que sentimos algo, que hubo algo entre nosotros.
Pero no.
Nada.
Tú no sientes nada.
Y ahora, yo tampoco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario